Gracias por se parte de este espacio

sábado, 2 de abril de 2011

Enviando un mensaje

Hay días de días y hoy es uno de ellos.

Este mensaje envuelto en este lindo sobre tejido al crochet en color verde que por casualidad podría llamarlo verde de la esperanza, entonces realmente podría decirse que no solo es un mensaje si no dos uno va escrito y otro algo subliminal.

La esperanza de que algún día se vuelvan realidad mis sueños, esperanza de algún día aprender a decir No más.



ME DOY PERMISO PARA......
por Joaquin Argente

Me doy permiso para separarme de personas que me traten con brusquedad,
presiones o violencia, de las que me ignoran, me niegan un beso, un
abrazo...

No acepto ni la brusquedad ni mucho menos la violencia aunque vengan de mis
padres o de mi marido, o mujer. Ni de mis hijos, ni de mi jefe, ni de nadie.
Las personas bruscas o violentas quedan ya, desde este mismo momento fuera
de
mi vida.

Soy un ser humano que trata con consideración y respeto a los demás. Merezco

también consideración y respeto.

Me doy permiso para no obligarme a ser “el alma de la fiesta”, el que pone
el entusiasmo en las situaciones, ni ser la persona que pone el calor
humano en el hogar, la que está dispuesta al diálogo para resolver
conflictos cuando los demás ni siquiera lo intentan.

No he nacido para entretener y dar energía a los demás a costa de agotarme
yo: no he nacido para estimularles con tal de que continúen a mi lado.
Mi propia existencia, mi ser; ya es valioso.
Si quieren continuar a mi lado deben aprender a valorarme.
Mi presencia ya es suficiente: no he de agotarme haciendo más.

Me doy permiso para no tolerar exigencias desproporcionadas en el trabajo.
No voy a cargar con responsabilidades que corresponden a otros y que tienen
tendencia a desentenderse. Si las exigencias de mis superiores son
desproporcionadas hablaré con ellos clara y serenamente. Me doy permiso para
no hundirme las espaldas con cargas ajenas.

Me doy permiso para dejar que se desvanezcan los miedos que me infundieron
mis padres y las personas que me educaron. El mundo no es sólo hostilidad,
engaño o agresión: hay también mucha belleza y alegría inexplorada.

Decido abandonar los miedos conocidos y me arriesgo a explorar las aventuras

por conocer. Más vale lo bueno que ya he ido conociendo y lo mejor que aún
está por conocer. Voy a explorar sin angustia.

Me doy permiso para no agotarme intentando ser una persona excelente.
No soy perfecto, nadie es perfecto y la perfección es oprimente.
Me permito rechazar las ideas que me inculcaron en la infancia intentando
que me amoldara a los esquemas ajenos, intentando obligarme a ser
perfecto: un hombre sin fisuras, rígidamente irreprochable. Es decir:
inhumano.

Asumo plenamente mi derecho a defenderme, a rechazar la hostilidad ajena, a
no
ser tan correcto como quieren; y asumo mi derecho a ponerles límites y
barreras a algunas personas sin sentirme culpable. No he nacido para ser la
víctima de nadie.

Me doy permiso para no estar esperando alabanzas, manifestaciones de ternura
o
la valoración de los otros. Me permito no sufrir angustia esperando una
llamada de teléfono, una palabra amable o un gesto de consideración. Me
afirmo como una persona no adicta a la angustia.

Soy yo quien me valoro, me acepto y me aprecio No espero a que vengan esas
consideraciones desde el exterior. Y no espero encerrado o recluido ni en
casa, ni en un pequeño círculo de personas de las que depender. Al contrario
de lo que me enseñaron en la infancia, la vida es una experiencia de
abundancia.

Empiezo por reconocer mis valores, Y el resto vendrá solo. No espero de
fuera.

Me doy permiso para no estar al día en muchas cuestiones de la vida: no
necesito tanta información, tanto programa de ordenador, tanta película de
cine, tanto periódico, tanto libro, tantas músicas.

Decido no intentar absorber el exceso de información. Me permito no querer
saberlo todo. Me permito no aparentar que estoy al día en todo o en casi
todo. Y me doy permiso para saborear las cosas de la vida que mi cuerpo y mi
mente pueden asimilar con un ritmo tranquilo.

Decido profundizar en todo cuanto ya tengo y soy. Con lo que soy es más que
suficiente. Y aún sobra.

Me doy permiso para ser inmune a los elogios o alabanzas desmesurados:
las personas que se exceden en consideración resultan abrumadoras. Y dan
tanto
porque quieren recibir mucho más a cambio. Prefiero las relaciones menos
densas.

Me permito un vivir con levedad, sin cargas ni demandas excesivas. No entro
en
su juego.

Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtico. No me
impongo soportar situaciones y convenciones sociales que agotan, que me
disgustan o que no deseo. No me esfuerzo por complacer. Si intentan
presionarme para que haga lo que mi cuerpo y mi mente no quieren hacer, me
afirmo tranquila y firmemente diciendo que no. Es sencillo y liberador
acostumbrarse a decir “no”.

Elijo lo que me da salud y vitalidad.

Me hago más fuerte y más sereno cuando mis decisiones las expreso como forma
de decir lo que yo quiero o no quiero, y no como forma de despreciar las
elecciones de otros.

No me justificaré: si estoy alegre, lo estoy; si estoy menos alegre, lo
estoy;
si un día señalado del calendario es socialmente obligatorio sentirse feliz,
yo estaré
como estaré.

Me permito estar tal como me sienta bien conmigo mismo y no como me ordenan
las
costumbres y los que me rodean: lo “normal” y lo “anormal” en mis
estados
emocionales lo establezco yo.

AUTOR: Joaquin Argente
Publicado por MARTHA PATRICIA el febrero 1, 2010 a las 2:42pm en
Semillasdeluz
Ning



SOBRE TEJIDO AL CROCHET
Este fue el primer proyecto que realice con el grupo en la sección del Tejijuntas.


Me sigo sorprendiendo, es tan lindo ver como de una simple carpeta se convierte en este lindo sobre.

Feliz fin de semana!!!

1 comentario:

Anabel Luna dijo...

Hola .....tanto tiempo.....Le quedo divino.me encanto el color pues es uno de mis favoritos.Muy lindo y algo diferente.

Hasta la proxima.

Cari;os,

Luna